Antes de
pensar en construir
un instrumento, deberás
saber si ya
existe un instrumento o
teoría previa para
la medición que
pretendes realizar, la revisión de la
literatura consiste en
la revisión del conocimiento
que se tiene -hasta
este momento- del
concepto que se
desea medir, entonces
se te va a
presentar alguna de estas tres
circunstancias: Primera circunstancia, el
concepto está plenamente
definido; segunda circunstancia, el
concepto está parcialmente
definido; y tercera circunstancia, el
concepto no está definido. Veamos un ejemplo en
cada una de estas
tres situaciones y
lo que debemos
hacer para construir
un instrumento que tenga validez
de contenido.
Primero, el concepto está plenamente definido:
Imagina que le estas enseñando a un grupo de niños las operaciones aritméticas y deseas evaluar el nivel de conocimientos que han alcanzado luego de un periodo de entrenamiento, lo que debes hacer es construir un conjunto de ejercicios, preguntas o ítems que contengan la suma, resta, multiplicación y división. ¿Qué pasaría si el examen que les has planteado incluye únicamente suma, resta, multiplicación, pero no división?
Entonces, el contenido del instrumento que acabas de construir no alcanza a cubrir el concepto de las operaciones algebraicas. No habrá validez de contenido. Ahora, si las operaciones que has incluido en este examen son suma, resta, multiplicación, división y radicación, el contenido planteado se está saliendo del concepto y, en este caso, tampoco habrá validez de contenido. Como podrás deducir el único caso en el que podemos asegurar la validez de contenido es cuando el concepto está plenamente definido, así como las operaciones aritméticas suma, resta, multiplicación y división; nadie se opone a esta verdad.
Pero no siempre nos vamos a encontrar
con una circunstancia
tan fácil de definir.
Por ejemplo, si queremos elaborar
un examen para
medir el nivel de
conocimientos en anatomía
humana en un
grupo de estudiantes
de medicina, deberemos elaborar
preguntas sobre cabeza
y cuello, tórax
y abdomen, miembros
superiores, miembros inferiores y
pelvis periné. Si
bien en el
ejemplo se han
identificado las dimensiones
del instrumento que queremos
construir, no sabemos
cuántas preguntas deberemos realizar
por cada uno
de estos segmentos
anatómicos; así podemos entender
que, para cubrir
exactamente con el
contenido, el concepto que
se desea medir
debe existir teoría
disponible.
Segundo, el concepto está parcialmente definido:
Existen
circunstancias en las
cuales podemos encontrar
teoría medianamente
consistente sobre un
concepto, pero no
hay instrumentos y tampoco hay
un consenso acerca
del concepto que
deseamos medir. Este es
el caso de
un instrumento para
evaluar la adicción
a Internet, encontrarás que
existen publicaciones al
respecto, existen tentativas
de definición, pero no
existe una teoría
sólida que avale
el concepto.
En
este caso nuestra tarea
no puede enfocarse
únicamente en revisar
la literatura, sino que
complementariamente se debe
iniciar un proceso
de exploración del concepto. Ahora, -cómo
elegir el camino
que debemos seguir
para la exploración del concepto-,
aquí es necesario
tener conocimientos acerca
del concepto por cuanto
su medición amerita
contar in un
instrumento, lo que
no ocurre cuando el
concepto está plenamente
definido.
Es decir,
cualquiera puede elaborar
un examen de
aritmética para evaluar el
conocimiento de las operaciones matemáticas para
un grupo de
niños; sin embargo, no
cualquiera podrá elaborar
un instrumento para
evaluar la adicción a
Internet. En este
caso la línea
de investigación del
investigador debe ser congruente
con el instrumento que pretende
construir.
El investigador es el primer experto dentro de esta temática, debe tener amplia experiencia en el desarrollo de estudios dentro de esta línea de investigación, aun así se apoyará en el conocimiento publicado hasta este momento y en el conocimiento que han acumulado investigadores que pertenecen a la misma línea de investigación, para poder obtener un concepto de consenso.
Tercero, cuando
el concepto no
está definido:
Cuando no
existen teorías, no hay publicaciones
al respecto ni
tampoco existen investigadores dentro
de la línea
de investigación donde
se pretende construir el
instrumentos, el investigador
tendrá que considerar
la pertinencia de acuerdo
a su experiencia
de enunciar su
propia teoría, tendrá que
definir el concepto
para poder construir
su instrumento. Como es
lógico en este
punto, donde el
concepto no está
definido, se requiere que
el investigador sea
el experto número
uno en este
tema, por cuanto es el
único que pertenece
a esta línea
de investigación.
En
este tercer caso
hay solamente un
camino para seguir,
porque no existe teoría
y no podemos
hacer una revisión
del conocimiento disponible, tampoco existen
investigadores dentro de
la línea de investigación,
pero de seguro habrán
personas que no
siendo investigadores pueden
ser incluidos como expertos
y, por tanto,
como única fuente
de información para
la elaboración del instrumento.
Por ejemplo:
si queremos conocer
-cuáles son las
costumbres que tienen las
mujeres a la
hora del parto
en una región
alto andina en
el sur del
Perú-, con la finalidad
de poder realizar
una atención intercultural, no
existe ninguna publicación acerca
de este tema
o luego de
la búsqueda exhaustiva de
la literatura, encontramos
que no hay
ningún investigador que
haya publicado al respecto.
Entonces, nos
encontramos en caso
de que el
concepto aún no
está definido; por lo
tanto, y al
no contar con
literatura o investigadores que compartan
la misma línea
de investigación, tendremos
que recurrir a personas
que no siendo investigadores pueden
ser considerados expertos.
Un experto es
una persona con
mucha experiencia en
un determinado campo,
no necesariamente es investigador
científico y un
juez es una
persona con criterio científico,
habitualmente se trata
de un investigador.
Por ejemplo:
las mujeres que
empíricamente ayudan a
las gestantes a atender
su parto, a las que
llamamos “parteras” en
nuestra región se les
considera como expertas,
ellas no son
investigadoras, ni cuentan
con una línea de
investigación, pero de
seguro cuentan con
la información que necesitamos para
poder construir un
instrumento que busque
identificar las costumbres que
tienen estas mujeres
a la hora
del parto.
Los expertos
nos pueden ayudar
a explorar el
concepto, pero esto
ya corresponde al siguiente punto
de nuestra lista
de diez pasos,
porque la estrategia del
investigador dependerá -luego
de haber revisado
la literatura- de saber
en cuál de
estas tres situaciones
nos encontramos primero,
el concepto está plenamente
definido; segundo, el
concepto está parcialmente definido; y tercero,
el concepto no está
definido.
Paso 2: Explora el concepto
En
este punto es preciso diferenciar claramente
el concepto de
experto y el concepto de
jueces, puesto que
se ha se
difundido erróneamente que la
validación por expertos
es sinónimo de
la validación por
jueces.
Un experto es
una persona con
mucha experiencia en
un determinado campo,
no necesariamente es investigador
científico y un
juez es una
persona con criterio científico,
habitualmente se trata
de un investigador.
Por ejemplo:
las mujeres que
empíricamente ayudan a
las gestantes a atender
su parto, a
las que llamamos
“parteras” en nuestra
región se les considera
como expertas, ellas
no son investigadoras, ni
cuentan con una línea
de investigación, pero
de seguro cuentan
con la información
que necesitamos para poder
construir un instrumento
que busque identificar
las costumbres que tienen
estas mujeres a
la hora del
parto.
Los expertos
nos pueden ayudar
a explorar el
concepto, pero esto
ya corresponde al siguiente
punto de nuestra
lista de diez
pasos, porque la estrategia
del investigador dependerá
-luego de haber
revisado la literatura- de saber
en cuál de
estas tres situaciones
nos encontramos primero,
el concepto está plenamente
definido; segundo, el
concepto está parcialmente definido; y tercero,
el concepto no está
definido.
Sin embargo,
en las otras
dos circunstancias, cuando
el concepto está parcialmente definido
o cuando el
concepto no está
definido, debemos explorar el
concepto y esta
tarea se realiza
mediante una aproximación
a la población, para
lo cual utilizaremos
la herramienta denominada
entrevista a profundidad.
¿Qué es
una entrevista a
profundidad? Y ¿A
quién o quienes debemos realizarla? En este
momento debemos anunciar
que existen dos
niveles de exploración: a
nivel de la
población y a
nivel de expertos,
veamos el primer caso
exploración a nivel
de la población
es cuando entrevistamos
a los sujetos que
más adelante serán
objetos de evaluación;
y el segundo
caso a nivel de
expertos, es cuando
entrevistamos a personas
que no siendo investigadores conocen
más que nosotros
acerca del tema
que deseamos medir.
En nuestro
ejemplo acerca de
las costumbres que
tienen a la
hora del parto las
mujeres de una
región alto andina
en el sur
del Perú, la
población de estudio son
las mujeres gestantes
porque de ellas
queremos conocer sus costumbres, son
ellas las que
expresan su culturalidad
a la hora
del parto y son
a ellas a
quienes más adelante
les vamos a
brindar una atención intercultural, ellas
corresponden a nuestras
unidades de estudio.
Pero también
tenemos a las parteras, mujeres
que empíricamente ayudan a
atender el parto
a aquellas gestantes
que no acuden
al hospital para atender
su parto o
para tener un
parto institucional. Ellas
tienen un largo recorrido atendiendo
el parto a estas mujeres,
conocen incluso mejor
que las propias gestantes,
las costumbres a
la hora del
parto, pero estas
parteras no constituyen el
objeto de estudio,
por lo tanto
no corresponden a las
unidades de estudio,
son expertas en
cuanto a las
costumbres regionales, y
Una entrevista
a profundidad no es más
que una conversación,
donde el entrevistador estimula
y conduce un
discurso continuo, cuyo
único marco es el de la
investigación; y se
hace con una
sola pregunta; nos dirigimos a
las parteras y les preguntamos
¿cuáles son las
costumbres que tienen
a la hora del
parto las mujeres
de esta región?,
y a medida
de que vayan surgiendo las
respuestas del entrevistado
iremos formulando interrogantes adicionales; aquí
no hay un
libreto, es una
entrevista no estructurada,
no tenemos un listado de
preguntas que vamos a
realizar.
Solamente tenemos
una pregunta, el
contenido y la
profundidad de la entrevista
no estructurada es
adaptable y susceptible
de aplicarse a toda
clase de
sujetos, incluso si
no tienen una
formación académica o
escolar, perfectamente se puede
aplicar en situaciones
diversas, se trata
de una entrevista netamente
cualitativa y es
holística porque busca
explorar y descubrir las
características en la
persona entrevistada de
manera amplia.
No hay reglas; el objetivo es identificar las percepciones personales que tienen a nivel individual cada uno de los evaluados, no clasifica, no tiene interés en tabular los datos, lo único que se busca con este procedimiento es encontrar el mayor número de características que nos puedan emitir y enunciar las personas entrevistadas. Aún no siendo investigadores nos ayudarán en la construcción del instrumento. Identificadas las dos instancias o niveles en los que podemos realizar nuestra entrevista a profundidad, ahora veremos en qué consiste.
Una entrevista
a profundidad no es más
que una conversación,
donde el entrevistador estimula
y conduce un
discurso continuo, cuyo
único marco es el de la
investigación; y se
hace con una
sola pregunta; nos dirigimos a
las parteras y les preguntamos
¿Cuáles son las
costumbres que tienen
a la hora del
parto las mujeres
de esta región?,
y a medida
de que vayan surgiendo las
respuestas del entrevistado
iremos formulando interrogantes adicionales; aquí
no hay un
libreto, es una
entrevista no estructurada,
no tenemos un listado de
preguntas que vamos a
realizar.
Solamente tenemos
una pregunta, el
contenido y la
profundidad de la entrevista
no estructurada es
adaptable y susceptible
de aplicarse a toda
clase de
sujetos, incluso si
no tienen una
formación académica o
escolar, perfectamente se puede
aplicar en situaciones
diversas, se trata
de una entrevista netamente
cualitativa y es
holística porque busca
explorar y descubrir las
características en la
persona entrevistada de
manera amplia.
No hay
reglas; el objetivo
es identificar las
percepciones personales que tienen
a nivel individual
cada uno de
los evaluados, no
clasifica, no tiene interés
en tabular los datos,
lo único que
se busca con
este procedimiento es encontrar
el mayor número
de características que
nos puedan emitir
y enunciar las personas
entrevistadas.
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