miércoles, 17 de noviembre de 2021

ENFOQUE METODOLÓGICO


Operacionalización De Variables






















Enfoque Metodológico

Los enfoques metodológicos determinan el diseño del trabajo de una Tesis y, además, representan el posicionamiento del investigador frente a la realidad a investigar



Claves para abordar el diseño metodológico

Los enfoques metodológicos determinan el diseño del trabajo de una Tesis y, además, representan el posicionamiento del investigador frente a la realidad a investigar. Aquí una introducción sobre las maneras del abordaje cualitativo y cuantitativo y su buen aprovechamiento en la elaboración de la tesis.

El diseño metodológico que el investigador o el equipo construye depende de una serie de factores; algunos asociados al referente empírico que se pretende problematizar, y otros a las conceptualizaciones implicadas en las preguntas de investigación. En el primer caso, es necesario recordar qué queremos analizar para ponerlo en relación con la porción de realidad a observar y su naturaleza.

Metodología y contexto social de la investigación

Como todo proceso de producción de conocimiento es social y colectivo, también las investigaciones científicas, toda construcción de sentido parte de los cimientos dados en las condiciones sociales de producción en las que se desarrolla cualquier investigación. Estas condiciones son determinantes de, y determinados por, la producción social de sentido. Por eso, también debemos preguntarnos por el contexto social de una investigación. Para qué y para quiénes estoy investigando, son preguntas de peso para definir cómo hacerlo. Se vuelve pertinente reforzar el proceso de reconocimiento del carácter estratégico-político de la investigación, y de los investigadores respecto de la sociedad en la que viven. Es decir, un proceso que habilite el desplazamiento hacia el sentido político cultural de la investigación en ciencias sociales. Un proceso que, necesariamente, debe registrar la subjetividad y alcanzar el auto - reconocimiento por parte de los investigadores en su carácter de protagonistas tanto de la crisis como de la transformación, y no de simples observadores o interpretadores que refuercen el divorcio entre investigación y sociedad. Y en este sentido el diseño metodológico es parte indisociable del posicionamiento frente a la realidad que se trabaja, para lograr un equilibrio entre la “naturaleza” del objeto y las intenciones del investigador respecto al escenario.

Los procesos de comunicación son complejos, existen diversos factores que actúan en ellos y, en el momento del diseño metodológico, es cuando el investigador debe reflexionar sobre esa multiplicidad. No es un tiempo de simplificaciones, sino de problematización y de puesta en crisis. Por ejemplo, si se quiere establecer, en la empresa x, la percepción que los empleados tienen de las relaciones de comunicación con sus jefes, no resulta conveniente realizar entrevistas con nombre y apellido o realizarlas dentro de la oficina de personal; ya que seguramente limitaremos las respuestas de los informantes, por temor a perder su trabajo o tener problemas en él. En este caso, sería más adecuado pensar en diseñar entrevistas anónimas semiestructuradas para minimizar la posibilidad de autocensura. Ante aquellas situaciones para las cuales los métodos no presentan soluciones predefinidas –por razones obvias, pues no es posible anticipar todas las circunstancias de cualquier hecho social— la intuición o creatividad de los investigadores para resolverlas se constituye en una de las posibilidades metodológicas que debe contemplarse como elemento subyacente a cualquier diseño.


Líneas epistemológicas, teoría y diseños metodológicos

Cuando decimos que en el campo de la comunicación no se identifican métodos y técnicas que sean tradicionalmente propios, a excepción de algunas metodologías asociadas al análisis de los discursos de los medios masivos, o a sus rutinas productivas, como el establecimiento de la agenda setting. Así, dentro de las ciencias sociales, y de la comunicación social en particular, existen diversas líneas epistemológicas para abordar un objeto de estudio, éstas suponen modos particulares de construir las nociones tanto teóricas como operacionales, dentro de una investigación científica.

Enfoques metodológicos de investigación

Los enfoques metodológicos determinan una primera aproximación general al diseño metodológico, representando el posicionamiento del investigador frente a la realidad a investigar. Usualmente se trabajan tres enfoques: el cualitativo, el cuantitativo y la triangulación. La discusión frecuente en el campo de las ciencias sociales se da en relación a los enfoques cualitativo y cuantitativo. La diferencia fundamental entre ambos es que el cuantitativo estudia la asociación o relación entre variables cuantificadas y la cualitativa lo hace en contextos estructurales y situacionales. La investigación cualitativa trata de identificar la naturaleza profunda de las realidades, su sistema de relaciones, su estructura dinámica, produciendo datos que comúnmente se los caracteriza como más “ricos y profundos”, no generalizables en tanto están relación con cada sujeto, grupo y contexto, con una búsqueda orientada al proceso. Aunque no es una discusión cerrada, para muchos se inicia como un proceso investigativo a finales del siglo XIX y sobre todo en el comienzo del siglo XX. El constructivismo es tal vez su máximo representante, postulando que la realidad es edificada socialmente por las múltiples construcciones mentales de los sujetos sobre las cosas y las acciones. Desde este lugar no existiría una verdad única y demostrable, sino que los significados de lo real varían según los quien los construya.

 

En cambio, la investigación cuantitativa trata de determinar la fuerza de asociación o correlación entre variables, la generalización y objetivación de los resultados a través de una muestra que produce datos adjetivados como “sólidos y repetibles”. Los primeros antecedentes debemos rastrearlos en los inicios del desarrollo del paradigma positivista, con la publicación en 1849 del Discurso sobre el espíritu positivo, de Augusto Comte. En aquella época, se proclamaba la existencia de una única verdad sobre el mundo, que debía ser develada por la acción de un método que “encuentre” datos reales. El mundo social podía así explicarse de la misma forma que el mundo natural. Si bien no con este ímpetu de objetivizar los procesos sociales, el enfoque cuantitativo se utiliza para abordar escenarios donde lo que importa es hallar tendencias y continuidades respecto a determinado tema.

 

De esta forma dentro del enfoque cualitativo pueden ubicarse métodos como la entrevista en profundidad, el trabajo de campo etnográfico o al análisis del discurso, y dentro del enfoque cuantitativo la encuesta o los sondeos de opinión. La elección respecto del enfoque no tiene que ver únicamente con un posicionamiento ideológico sobre nuestro objeto, sino con lo que llamaremos la naturaleza inherente a cada objeto en su vinculación con los intereses y objetivos del investigador. De este modo, si precisamos conocer las representaciones de todas las maestras de quinto grado de la provincia de Buenos Aires en torno a la programación educativa de determinada señal, nuestros deseos de realizar una investigación de corte cualitativo deberán ser abandonados en pos de un reconocimiento de las dimensiones propias de ese objeto de estudio. Pero estas dos opciones no son excluyentes a la hora de encarar el diseño metodológico. Así, la triangulación de enfoques se presenta como camino alternativo a esta polarización entre cuali y cuanti, de manera tal que el investigador pueda recoger y analizar datos con herramientas de ambos enfoques.

 

Es preciso hacer una aclaración respecto a la triangulación. Se asume convencionalmente que la triangulación es el uso de múltiples métodos en el estudio de un mismo objeto. Esta es la definición genérica, pero es solamente una forma de la estrategia, pues la triangulación puede concebirse envolviendo variedades de datos, tipos de análisis, investigadores y teorías, así como metodologías. Nos detendremos brevemente en la triangulación de enfoques metodológicos, cuestión que nos ocupa aquí.

 

Originariamente la triangulación es un término usado en navegación: tomar múltiples puntos de referencia para localizar una posición desconocida. La triangulación de enfoques tiene como primera característica la complementariedad, donde los enfoques cualitativo y cuantitativo se enriquecen uno al otro para producir un conocimiento que los dos no pueden dar en forma separada. Son las circunstancias las que determinan el grado en que se utilizan las aproximaciones cuali y cuanti. Complementar no significa construir un objeto de estudio desde dos enfoques diferentes, para llegar a dos tipos de conclusiones diferenciadas; no se trata de mezclar métodos, técnicas y fuentes para sumar complejidad y confusión, sino de combinarlos de forma tal que cada instancia sea pertinente para la concreción de diferentes propósitos, en el camino hacia conclusiones comunes. La triangulación permite ordenar el objeto de modo que pueda ser arribado desde diversos ángulos, para lograr una articulación metodológica y así converger a un tipo único de conclusiones. Por ejemplo, si el investigador se propone analizar los alcances que tienen diferentes aspectos ligados a la inseguridad para cierto grupo de personas, tales como el trabajo, la calle o la educación, por ejemplo, se puede adoptar una estrategia cualitativa basada en entrevistas en profundidad que, por un lado, profundice sobre las características subjetivas de los actores (representaciones, actitudes, opiniones, etc.), pero que pueda tomar ciertos datos duros o estructurales de la realidad socioeconómica para ponerlos en relación a las percepciones individuales de los actores.

 

Sujeto investigador/a, realidad y sentido común

Entonces ¿cuáles son los elementos centrales que debemos tener en cuenta para encarar la reflexión crítica previa a la construcción del diseño metodológico? Es necesario partir de la comprensión de que ni métodos ni técnicas son herramientas neutrales, pues son conceptualizaciones: vienen impregnadas de supuestos que no provienen del acercamiento del investigador a su objeto de estudio, sino que subyacen a cualquier acción del investigador en tanto sujeto social. En cualquier marco metodológico, el sentido común cumple un rol fundamental en tanto coopera en la resolución de inconvenientes y cuestiones imprevistas, que no están contemplados por los manuales. En el artículo “Proximidades y distancias, el investigador en el borde peligroso de las cosas” la politóloga Daniela Soldano da cuenta de cómo, muchas veces, las prenociones con las que el investigador diseña el trabajo se chocan con la realidad (el aspecto empírico del objeto de estudio). Soldano analiza una experiencia en la que fue invitada a trabajar en una investigación cuyo objetivo era reconstruir el circuito de reciclaje de la basura en el Área metropolitana de Buenos Aires, para colaborar con la confección de un diagnóstico sobre la vulnerabilidad de los actores involucrados en ese proceso (principalmente cartoneros).

 

La autora cuenta que al realizar las entrevistas, tratando de obtener información sobre riesgo sanitario y prácticas peligrosas, categorías de análisis establecidas por los investigadores para establecer la vulnerabilidad de los actores, observó que “El problema no radica, como pensábamos nosotros, en la convivencia con la basura sino en no poder acceder a ella, en tanto es la fuente principal de recursos para la reproducción de la vida. El peligro no acecha en la manipulación de ‘objetos peligrosos’ sino en la ordenanza municipal que impide la recolección…”. Así, Soldano explica que, a partir de la experiencia en el trabajo de campo, los investigadores debieron revisar las nociones de “riesgo” y de “peligro”, que manejaban hasta el momento como categorías de análisis e interpretación del fenómeno estudiado, para redefinir el modo de trabajar las herramientas metodológicas en relación al acercamiento al campo; por ejemplo, para reformular las preguntas de los cuestionarios.

 

Es decir, las prenociones no devienen únicamente del sentido común popular y de la formación académica del investigador, sino también las construcciones teóricas y metodológicas que se formulan antes de encarar el trabajo de campo o el corpus de análisis. Así, ante la evidencia de la realidad, cuando se transforma nuestro referente empírico es honesto que el/la investigador/a transforme sus construcciones teóricas y metodológicas de acuerdo a la naturaleza del objeto de estudio. Este proceso constante durante la investigación, en el que se ponen a prueba las nociones teóricas y metodológicas en relación a la realidad empírica es análogo al desarrollado por Pierre Bourdieu en el concepto de “vigilancia epistemológica” y descripto por Rosana Guber a partir del concepto de “reflexividad". 

Técnicas Y Herramientas De Recolección, Análisis E Interpretación De
Datos

Las técnicas no son simples herramientas para extraer material, ni tampoco apéndices de teorías preconcebidas. Los escenarios de intervención o corpus de análisis no están dados, sino que son construidos por el investigador; por una decisión del investigador, en definitiva, de mirar una cosa y no otra. De allí se obtiene la información que el investigador transforma en dato; pero el dato no es algo preexistente a la mirada del investigador, no es algo en estado puro. Es recordar durante todo el proceso de investigación que somos nosotros (el/la/los investigador/a/es) quienes, desde la mirada comunicacional, construimos un objeto de estudio particular y lo abordamos con un enfoque específico para extraer datos que nos permitan abordar a conclusiones, en relación con nuestra pregunta de investigación.

A este respecto, es importante que el diseño metodológico prevea tanto técnicas de recolección de datos como técnicas y herramientas de análisis e interpretación, que permitan articular la información obtenida con la teoría –convertirla en datos— y abordar así a conclusiones. En muchas ocasiones, los tesistas diseñan un marco metodológico adecuado para obtener los datos necesarios e, incluso, para dar respuesta a los objetivos específicos del trabajo; pero olvidan que la instancia del análisis y la interpretación de los datos es central y debe ser incorporada al diseño metodológico. Sólo a través de la etapa de interpretación pueden identificarse categorías, variables e indicadores que nos permitan cumplir el objetivo general de la tesis: responder la pregunta germinal que motivó la investigación.

La Importancia Del Diseño Epistemológico Y Su Explicitación

La formulación del interrogante (lo que anteriormente hemos llamado problema de investigación) nace con alguna orientación hacia la respuesta, que tiene origen en el sentido común del investigador. Este sentido común debe ser interpelado no sólo por la teoría sino también por la práctica. En este sentido se denota la importancia de la definición y aplicación de una metodología, que será la herramienta que permitirá establecer un control sobre las propias prenociones. Por lo tanto, la construcción del marco metodológico de la investigación sirve para explicitar y sistematizar los supuestos teóricos, y también para dar cuenta de los supuestos del sentido común. Esto es lo que distingue la construcción de conocimiento científico de otras formas de conocer: que aunque inevitablemente el objeto de estudio se mira a través de las nociones teóricas y del sentido común, éstas se sistematizan, se desechan las que no tienen que ver con el objeto de estudio ni con los objetivos de investigación, se ponen a prueba las técnicas y se rediseñan a partir de la experiencia en proceso y, por último, se da cuenta de cuál fue el camino recorrido para arribar a ese conocimiento.

Bibliografía.- 

Guber, Rosana, El salvaje metropolitano. Reconstrucción del conocimiento social en el trabajo de campo, Paidós, Buenos Aires, 2004, pág. 12.

Es el caso de la etnografía para la antropología, o el método biográfico interpretativo para la sociología. Lo mismo ocurre con numerosas técnicas, como el análisis documental para los historiadores y el reportaje para los periodistas.

Wainermann, C. y otros, La trastienda de la investigación, Buenos Aires, Lumiere, 2001.

Decimos que no podemos basar en éstas técnicas nuestro marco metodológico, pero esto no implica que ciertas técnicas puedan ser complementarias en el diseño metodológico. Esto dependerá de cada pregunta de investigación, cada objeto de estudio y, por supuesto, del enfoque epistemológico del trabajo de tesis.

En este ejemplo pensamos el concepto desde la definición que plantea Gustave Le Bon en Psicología De Las Masas (1895).

Soldano, Daniela, “Proximidades y distancias, el investigador en el borde peligroso de las cosas” en Revista Apuntes de Investigación, N° 5.

Bourdieu, P., Chamboredon, J. C., y Passeron, J. C., El oficio del sociólogo, Siglo XXI Editores, México, 1990.

Guber, Rosana, La etnografía: método, campo y reflexividad, Grupo Editorial Norma, Buenos Aires, 2001. 


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